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¿Qué es la Huella de Carbono?
¿En qué consiste el cálculo de la Huella de Carbono para organizaciones?
La huella de carbono es una medida que indica la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) que produce una organización en el desarrollo de su actividad o la manufactura de un producto. Estos gases, como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), contribuyen al calentamiento global y al cambio climático, de forma que calcular la huella de carbono permite a las organizaciones entender el impacto ambiental de su funcionamiento y tomar medidas para reducirlo.
Para calcular la huella de carbono de una organización se deben considerar varias fuentes de emisiones e inventariarlas. Estas incluyen el consumo de energía (electricidad y combustibles), los desplazamientos de empleados (viajes en coche, avión, tren, etc.), y los procesos de producción (si es una empresa manufacturera).
El estándar internacional más reconocido para calcular la huella de carbono es el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol). Este estándar es desarrollado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD). El GHG Protocol proporciona un marco exhaustivo para medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de organizaciones y productos distinguiendo tres alcances en función de la profundidad de análisis que se requiera:
Alcance 1: Emisiones directas de fuentes que son propiedad o están controladas por la organización (por ejemplo, emisiones de vehículos de la empresa).
Alcance 2: Emisiones indirectas de la generación de electricidad, calor o vapor que la organización consume.
Alcance 3: Otras emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor de la organización (por ejemplo, viajes de negocios, transporte y distribución).
¿Qué pasos se deben seguir para calcular la HdC?
El proceso de cálculo de la Huella de Carbono para organizaciones puede resumirse en tres etapas principales:
- Recopilación de datos: Se obtiene información sobre el uso de los recursos y las actividades que generan emisiones como el consumo de energía a través de facturas o herramientas de monitorización, los viajes de negocios, el uso de materias primas y cualquier otra actividad relevante.
- Cálculo de emisiones: Se aplican factores de emisión estandarizados que se publican anualmente para traducir estos datos en equivalentes de CO2. Valores que indican cuántas emisiones de CO2e (dióxido de carbono equivalente) y que resultan de una unidad de actividad.
- Análisis e informe: Se suman todas las emisiones para obtener la huella de carbono total, se analiza para emitir el informe final e identificar áreas donde sea conveniente incorporar mejoras. Posteriormente, se puede certificar el resultado a través de una certificadora externa.
¿Para qué sirve la herramienta?
Calcular la huella de carbono es crucial porque permite a las organizaciones identificar sus principales fuentes de emisiones y desarrollar estrategias para reducir su impacto ambiental. Esto no solo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también puede generar ahorros económicos a largo plazo, mejorar la reputación de la empresa y cumplir con regulaciones ambientales. Además, demuestra un compromiso con la sostenibilidad, algo cada vez más valorado por consumidores, socios comerciales y la sociedad en general.
Utilizar el GHG Protocol ayuda a las organizaciones a asegurar que sus cálculos de huella de carbono sean consistentes, transparentes y comparables con otros. Además, este protocolo está alineado con otros estándares y marcos internacionales, como la norma ISO 14064 sobre inventarios y verificaciones de GEI, facilitando así la integración y la adopción global.
En resumen, el cálculo de la huella de carbono es una herramienta imprescindible para las organizaciones o empresas que buscan ser más sostenibles y responsables con el medio ambiente.
Ley del cambio climático y la transición ecológica de la Comunitat Valenciana
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